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Cera alba (cera blanca de abeja): agentes reacondicionante lipídico

La Cera Alba es una sustancia natural que segregan las abejas a través de sus glándulas.  La cera recién producida es de color blanco, pero va adquiriendo un color amarillento característico a medida que ésta entra en contacto con el polen (las abejas suavizan la cera con polen, por eso el color de la cera varía a lo largo del año, a medida que cambia la floración). Entre sus múltiples propiedades, actúa como reacondicionante lipídica, eliminando la sequedad y descamación de la piel. Presenta acción antinflamatoria y antibacteriana, resultando muy eficaz en la curación de las pieles dañadas, irritadas y agrietadas. Protege la epidermis frente a las agresiones externas y evita su deshidratación.

Complejo a base de ceras de girasol, mimosa y jojoba: agentes reacondicionante lipídico

La cera de girasol se extrae de las semillas de la planta, la de  Mimosa se extrae de los pétalos de la flor, y la cera de Jojoba se extrae de las semillas de los frutos (cotiledones). Todas ellas protegen y lubrican la piel, aportándole la máxima hidratación. Crean un film protector que reduce la pérdida transepidérmica de agua (TEWL), nutren y reacondicionan la epidermis. Son resistentes a la oxidación y a las infecciones microbianas.

Manteca de karité: agente reparador

La manteca de karité se extrae de los frutos del karité, un árbol que crece en la sabana del oeste de África. Es una grasa de origen vegetal cargada de vitaminas muy beneficiosas para la piel. Gracias a su contenido en ácidos grasos insaponificables y a sus numerosas vitaminas, la manteca de karité nutre la piel en profundidad y la protege contra la sequedad. Posee una gran capacidad hidratante, emoliente, regenerante y reestructurante. Sus propiedades nutritivas hacen de ella un producto ideal para prevenir el envejecimiento de la piel y mantener su elasticidad y protección.

Lanolina: agente reparador

La Lanolina es una especie de cera natural, compuesta por ácidos grasos que tienen gran afinidad por la piel. Actúa como un excelente humectante que retiene la humedad y repara los tejidos, al mismo tiempo que protege la epidermis de las agresiones externas.

Poliglicéridos vegetales: agente hidratante

Ácidos grasos extraídos de aceites vegetales. Son capaces de absorber hasta un 20% de su peso en agua. Proporcionan un efecto hidratante y emoliente. Mantienen y mejoran la barrera natural de la piel.

Triglicéridos vegetales: agente hidratante

Constituyentes principales de los aceites de origen vegetal. Poseen una excelente capacidad de retención de agua, actuando como excelentes hidratantes. Tratan las afecciones de la piel con tendencia a la sequedad, como eccemas, dermatitis o psoriasis.

Vitamina E (tocoferol): agente antioxidante

Esta vitamina liposoluble, esencial para el organismo, es un antioxidante que protege el tejido corporal del daño causado por los radicales libres, principales causantes del envejecimiento cutáneo prematuro. Su riqueza en antioxidantes le permite reforzar de forma indirecta la defensa antiglicación. Previene las alteraciones cutáneas producidas por la exposición a agentes externos, activa la circulación y acelera la cicatrización. Aumenta la elasticidad y reduce las arrugas.